Poemas sancochados



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lunes, 1 de febrero de 2010

Adiós



Tengo una mujer que me duele en el pecho
Que viene del mundo y se posa en mis ojos
Explora el secreto que busco encontrar
Encuentra y conquista in-escrito esperar

No puedo marcharme, no quiero escapar
La mujer está en mí y no quiere irse
Buscaba un planeta del cual fuera dios
Llegó hasta mi cuerpo y creo, se marchó

No juzgo su anhelo, no odio su amor
No importa que juegue, quizá no era yo
La invasión de mis días ya nada valió
El adiós ahora es digno, buscará algo mejor

Sólo en respiros, pesada se atasca
Se camufla en el aire, queda en la garganta
Ya no puede irse aunque se haya marchado
Aunque quiera que no este y ella busque otro querer

Ya en mi mundo se ha nombrado
Diosa eterna de los sueños
Que nacen en luna llena y mueren un mes después,
Que nacen en luna llena y mueren un mes después,…






……….…:






Estás aunque no estés
Quizá quisiste entrar
Y la puerta se cerró
El camino de vuelta era yo

Tenías que descubrirlo
La persistencia desistió
No juzgo tus pasos
El destino nos falló

Sin embargo quedó tu trono
Que algunos meses te encubó
Aún reinas incorpórea
Por mi cuenta eso corrió

Vuelve cuando quieras
La esperanza es eterna
Siente mis ojos desde la luna
Bebe la brisa de mi suspiro

Embárcate al mundo
Y nunca olvides
Lo que hoy espero
Sea un falso adiós.

Chateaud




domingo, 17 de enero de 2010

Encuentros




Llega tu recuerdo en la noche oscura
Cómplice incesante de las furtivas citas
Donde el alma busca sosiego
Donde el cuerpo muere y los sueños resucitan

Desde los sueños llegas a mi santuario
Traes contigo una voz que suspira y canta
Una risa en unos labios, un idilio en la mirada
Y en tus manos mi ser dormido que en tus ecos se levanta

Risa sórdida del alma
Que florece penetrante de tus recuerdos
Respiro del néctar que ahoga el cuerpo
Y lento evocando tu imagen muero

Busco en el cielo el lucero enfermo
Padece destellos de tu mirada
Encuentro el mirar vago de tu reflejo
Clavado en la estrella que contemplabas

Cómo exalta el cielo desierto tu presencia
Huyen las nubes, brillan estrellas
Y la luna celosa se esconde y tiembla
Al sentir el perfume de la inocencia

Ágil el recuerdo es libre y vuela
Arenosos se esfuma volviendo a tu esencia
Fría realidad que sin ti me espera
Rastros hirientes que son tu ausencia.

Jhed